Personalmente siempre me ha gustado viajar, conocer otra cultura distinta a la cual no estoy acostumbrada a ver, a vivir, ni a sentir. Se puede decir que es mi debilidad, pues si alguien por cualquier motivo me invita a un viaje, aunque no sean los pasajes pagados haría todo por ir, juntar muchísimo dinero trabajando día y noche si es preciso (?), ser una niña buena para tener patrocinadores, rogar, etcétera, lo que sea por ir, porque sin duda me encantan las nuevas experiencias y mas si puedo compartirlas con alguien más.
Siempre pienso que el viajar solo, puede que la disfrutes en momentos de meditación y tranquilidad, puedes hacer las cosas a tu manera, pero no es lo mismo que ir acompañado, donde te sientes, en mi caso, más seguro, puedes tener a alguien con quien contarle tus percepciones del viaje, compartir y ayudarse uno con el otro a que su recorrido sea placentero. Puede haber una que otra discusión en el trayecto pero es parte del juego, de la experiencia que los unirá más a ambos, a poder aprender a tenerse respeto, el saber escuchar, y el conciliar los asuntos en unidad... pues dos cabezas piensan mas que una. En fin, yo estoy de acuerdo en que sí quiere tener un viaje exitoso, dichoso, feliz, debe tener una buena compañía que lo salve de aprietos, con quien compartan sin rasguños, la comunicación también es importante, y el sentir seguridad con su compañía.
Hay un sin fin de lugares por explorar, no necesita estar fuera del país, fuera de la región... o de la comuna incluso pues en todo lugar siempre hay diversidad en todo sentido de la palabra.
En cuanto a mi, me encanta viajar con mi familia, no solo es que ya me acostumbre, sino también aprecio mucho aquel compañerismo y por supuesto confianza en el que todo saldrá bien, aunque estemos "patas pa'riba" como se dice el buen chileno, o estemos en situaciones difíciles, la unidad es la fuerza.
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