sábado, 4 de mayo de 2013

Escapar es algo torpe

Una persona A corre y corre sin parar, sabiendo que alguien lo sigue. Puede identificar los pasos de aquella persona (B) y adivina quién es, aún sin verle su rostro, pues lo conoce a la perfección.  Sigue corriendo como si nada pasara, viendo un punto de llegada, un objetivo; trata de alcanzar a la primera persona que vea para así, hacerle creer a esa persona B, que todavía no la ha identificado. La persona A le pregunta algo fuera de lo normal a persona C-¿te gustan las jirafas?- a lo cual la persona C respondió -claro!-...-Y por qué te gustan?, qué le encuentras de especial?- atónita la persona responde -porque son lindas-... - ¿y nada mas?- interrumpe A... -bueno, también porque son altas-...La persona A dijo en su mente "bueno ya tenía clara su respuesta ahora sólo seguir corriendo". Divisó si todavía lo perseguía la persona B y para su alivio este había optado por otro camino a seguir. Mientras seguía corriendo y la persona C lo observaba con rareza, le sobrevino una gran angustia, "!Que vergüenza!  sin duda supo que lo estaba esquivando para que no nos encontráramos, además, ¡corría delante de él!. No fue la mejor decisión el de escapar. Espero que no lo haya notado". Más tarde le vino a la mente algo  que lo hizo entender mejor su manera de actuar tan precipitada;  "Pude haberle dicho sólo un Hola, y así ahorrarme todo el momento embarazoso, pero no, tuve que escapar. No tengo nada en contra de él, entonces... ¿por qué no solo fui gentil y lo salude? como lo hago con todas las personas normales que conozco?... ¿será porqué esa persona no es tan normal para mi? sino algo especial?". Ya había llegado hacia un mirador que daba excelencia y majestuosidad al maravilloso mar, lo cual le permitió ya solucionar el rompecabezas de su mente. Pues no era la primera vez que esta escena le pasaba, y sí seguía repitiéndose, la persona B, con su gran personalidad, enfrentaría a la persona A... y éste era su gran temor. Pero aún no concluía a nada. Temía cerrar el tema en algo que no estaba dispuesto a asumir, aún así era inevitable llegar a la misma respuesta; "Sí es una persona especial para mí", dijo al fin, "Y lo delata el latir tan fuerte de mi corazón cuando lo siento venir, donde llego a tomar decisiones torpes, como el de escapar". Por lo menos la persona A dió el paso más difícil,  reconocer humildemente su problema.. y créanme,  éste es un grave problema para A. Ahora... ¿cuál será el siguiente paso para solucionarlo? costará un largo tiempo averiguarlo.